Principios del Código Ético del Turismo de Euskadi
Principios para que nuestro mar, nuestra tierra y nuestras calles sigan siendo las postales en las que vivimos
En esta segunda edición se ha restructurado el Código de 8 principios a 6 principios:
1. Respetaré al turista y al vecino. Sus hábitos y tradiciones. Su disfrute y descanso.
Hay tantas tradiciones, formas de vida, prácticas sociales, leyes o hábitos culturales, como lugares hay en el mundo. Conocer y respetar las nuestras y las de las personas que nos visitan, es la manera más fácil de convertir Euskadi en algo mucho más que un destino.
Respeto al turista. Aunque nuestras culturas vivan a miles de kilómetros de distancia. Aunque nuestras creencias hablen en idiomas diferentes, no hay lenguaje más universal que el de la empatía.
Como agentes turísticos locales, nos comprometemos no solo a respetar a quienes nos visitan, sino a informarnos sobre sus gustos y necesidades para entender y cumplir mejor sus expectativas.
Y respeto a quienes vivimos aquí. A nuestro día a día y a nuestras noches. A nuestro trabajo y a nuestro descanso. A nuestras leyes, costumbres y tradiciones. Que la manera de visitarnos no cambie nuestra manera de vivir.
2. Defenderé la igualdad en la diversidad. Seas quien seas, seas como seas.
Al azul de nuestro mar no le importa el color de piel. Al pasado infinito de nuestros pueblos no le importa la edad. A la diversidad de nuestros paisajes le da igual la identidad de género. A nuestra gastronomía, repleta de cocinas que hemos convertido en templos, no le importa la religión. A nuestra tierra no le importa cómo de especiales sean tus capacidades, quién seas o en quién creas, a quién ames, cómo escuches, veas, sientas, camines… A nosotros y a nosotras tampoco. Si viajar abre la mente, Euskadi es una gigante puerta abierta a eliminar prejuicios. Os esperamos con los brazos y la mente abiertos.
3. Protegeré nuestro entorno, paisajes y recursos naturales.
Por muy bravo que parezca nuestro mar. Por muy verde que sea nuestro verde. Por muy profundas que sean nuestras raíces. Por muy altas que sean nuestras montañas. Por muy infinitas que parezcan nuestras costas. Por muy ancestrales que sean nuestros pueblos y tradiciones. Por muy Euskadi que seamos, necesitamos seguir siéndolo. Nuestra tierra es valiosa y vulnerable. Necesitamos salvaguardar el medio ambiente para las generaciones futuras.
Como agentes turísticos, nos comprometemos a ahorrar recursos naturales, reducir al máximo la huella de nuestra actividad y distribuir en el tiempo los movimientos de turistas y visitantes.
Como huésped de esta tierra, llévate recuerdos que no dejen huella. Será el mejor rastro para que otros puedan volver a encontrar el camino a la que siempre será su casa
4. Mantendré, consumiré y disfrutaré de la cultura local.
Aquí la gastronomía tiene forma de pintxo y estrellas. El deporte suena a piedra, madera y txapa. El arte sigue peleando por domar al hierro y al titanio. La modernidad sigue hablando un idioma ancestral. La moda, la cultura, las fiestas y tradiciones… Lo local sigue siendo nuestra seña universal. Mantenerla es conservar lo que somos para que sigamos siendo.
Ahora que comemos lo mismo en cualquier lugar, compramos lo mismo en cualquier lugar, vemos los mismos escaparates y escuchamos la misma música en cualquier lugar, es el momento de recordar que no somos cualquier lugar. Consume producto local de nuestro comercio local. No hay mejor souvenir que una cultura y artesanía milenaria. Eskerrik asko!
5. Preservaré los recursos turísticos reconocidos por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Gigantes de hierro, cuevas ancestrales, yacimientos arqueológicos, santuarios prehistóricos, bosques encantados, caminos mágicos, geoparques costeros, reservas de la biosfera, esculturas imposibles, edificios singulares,… Euskadi cuenta con recursos turísticos reconocidos por la Unesco como Patrimonios Culturales de la Humanidad.
Mantenerlos y protegerlos no es solo una obligación, es el orgullo de poder seguir disfrutando de las postales en las que vivimos.
6. Cuidaré al sector turístico y a sus profesionales.
Alguien dijo una vez que te recordarán por cómo les hagas sentir. Y si Euskadi guarda tan buen recuerdo en el carrete emocional de quienes nos visitan, es por la gente con la que tratan. Profesionales turísticos que, por encima de guías, hosteleros, informadoras o comerciantes, son los mejores anfitriones de este pequeño gran lugar.
Ellos y ellas son nuestro principal activo turístico. Por eso nuestra obligación es proteger sus derechos, fomentar su capacitación con herramientas y programas de formación continua, generar las mejores condiciones y facilidades para las empresas, apostar por el capital humano adecuado, dotarles de infraestructuras excelentes, garantizar la sostenibilidad económica del sector o respetar su medio de vida pagando un precio justo por sus productos y servicios.
Atributos que no salen en la foto, pero que cuentan cada una de las historias que hay detrás.